Para esta segunda parte, como ya os contaba, me centraré más en el contexto histórico y en los hechos que precedieron y tuvieron lugar a continuación del supuesto viaje a la Luna. Como ya dije en la Parte 1, repito que no quiero mostrar mi opinión sobre este tema, sólo contar una versión de la historia que tiene grandes acreedores y que no suele verse en los medios de comunicación.
Estados Unidos se encontraba inmerso en plena guerra Fría con la antigua Unión Soviética. Tecnológicamente, la URSS estaba infinitamente por delante según los hechos; primer satélite en órbita (Sputnik), primer ser vivo en el espacio (Laika) y primer ser humano en el espacio (Gagarin), y claro, los americanos necesitaban hacer algo para ponerse por delante en la carrera espacial, ya que en aquella época y tras el asesinato de Kennedy y de Martin Luther King, el desánimo empezaba a invadir a la población. Si a esto le añadimos la Guerra del Vietnam, que hacía perder la vida a decenas de americanos al día, la administración Nixon estaba cada día más debilitada. El sucesor Kennedy, Lyndon B Jonson dijo “A los ojos del mundo, el primero en el espacio significa el primero y punto; el segundo en el espacio significa el segundo en todo”, con esto queda claro la mentalidad americana….
Richard Nixon
El supuesto viaje a la Luna, supuso para Nixon, una balsa de aire que le permitió seguir hasta que se vio obligado a dimitir por un escándalo que nada tenía que ver con este asunto.
Los teóricos de la conspiración basan su historia en que La NASA en estrecha colaboración con la DIA (agencia de inteligencia de la defensa), organizó una operación de alto secreto denominada ASP (Apollo Simulation Project) que se encargaría de simular el viaje. El supuesto rodaje se realizón en San Bernardino, California y el encargado de rodarla fue Stanley Kubrick quién había dejado impresionados a los técnicos de La NASA con la película 2001: Una Odisea del Espacio (1968).
2001: Una Odisea del Espacio
Sé que suena un poco raro pero, aparte de que Kubrick siempre se negó a hablar de este tema, cosa habitual en los implicados, cuando según su propia viuda, “se decidió a contar una verdad que el mundo quedaría paralizado”. Algunas personas cercanas a Stanley y/o a La NASA, cuentan que en realidad, las dos teorías son ciertas, es decir, el hombre estuvo en la Luna, pero las imágenes que vimos no son las reales porque se rodaron para evitar que los problemas de comunicación estropearan aquel momento.El astronauta Brian O’Leary hizo unas declaraciones que avalan una teoría parecida: “Si algunas de las filmaciones se hubieran estropeado es remotamente posible que la NASA pudiera haber rodado algunas escenas en un estudio cinematográfico para evitar la vergüenza pública”.
Stanley Kubrick
Para los que simplemente no se creen lo que nos contaran, la historia continua con que un cohete sin tripulación fue el enviado a la Luna, mientras los astronautas eran trasladados al Área 51. En su regreso a la Tierra, los astronautas fueron trasladados a una cápsula espacial para ser lanzados desde un avión de transporte C5-A.
Lo normal sería pensar que si La Nasa sacara pruebas desmintiendo todas las acusaciones se acabaría con las especulaciones y quizás el no hacerlo las incita, pero si no lo han hecho….por algo será. Ningún representante de la NASA ha querido jamás hablar públicamente de estos asuntos. De hecho, en 2002, el astronauta Edwin ‘Buzz’ Aldrin fue detenido por asestar un puñetazo a un defensor de la conspiración que le reto a jurar ante la Biblia que estuvo en La Luna. No digamos ya Neil Armstrong que para no ser menos, continúa con el mutismo sobre el asunto. El caso más curioso es el de Michael Collins piloto y único tripulante que no piso la superficie lunar que asegura que «no me hagan ninguna pregunta y no les diré ninguna mentira».
Lo cierto es que la última vez que el hombre piso la Luna fue el 14 de diciembre de 1972, pero ya desde 6 meses antes de que Amstrong lo hiciera se había empezado a cancelar viajes. El presupuesto era de 455 millones de dólares y se tuvieron que quedar en tan sólo 155 millones, eso sin tener en cuenta que a Nixon no le hacía ninguna gracia continuar con el programa Apolo iniciado por Kennedy….cosas de políticos, quizás esto si fuera la verdadera razón, porque la cancelación de misiones sólo supuso un ahorro de 42 millones.