Aunque los americanos se nieguen a reconocerlo, los rusos dominaron el partido desde el principio, de hecho, sino fuera porque apretaron al final, el resultado podía haber sido escandaloso a favor de los rusos. Comenzaron con un parcial de 7-0 llevando los mandos del partido y ralentizándolo lo suficiente para que los americanos se sintieran incómodos.. El marcador al descanso reflejaba 26-21 a favor de los rusos.
Al comenzar el segundo tiempo las cosas no cambian, de hecho a falta de 10 minutos los soviéticos se ponen 10 puntos arriba 38-28, pero esto parece desperar a los americanos que endosan un parcial de 6-0. A falta de tan solo 40 segundos, Jim Forbes coloca a un punto a los americanos. Los rusos agotaron al máximo su siguiente posesión y cuando Aleksander Belov estaba a punto de dar el oro a Rusia, Tom McMillen taponó y Collins salió como una bala para poner a su equipo uno arriba a falta de un segundo, pero le hicieron falta y aquí comienza la polémica.
Según los americanos, el entrenador ruso no tocó a tiempo la bocina del tiempo muerto, pues sólo puede usarse entre un tiro y otro, en cambio los rusos dicen que sí. El caso es que al sacar de fondo, en un segundo no daba tiempo y los rusos fallaron, pero uno de los árbitros paró el partido para indicar que como marca el reglamento, hay que conceder 2 segundos más para poder sacar de fondo y hacer jugada.
Se repitió el saque y los rusos aunque intentaron sacar en largo fallaron y los americanos saltaron como locos a la cancha a celebrar, pero en mitad de la celebración, los soviéticos protestan y el Secretario General del Comité Olímpico, William Jones, baja del palco a la mesa de jueces y señala que se ha de repetir la jugada con los tres segundos, pues el reloj no estaba correctamente ajustado y marcaba 53 segundos en vez de 3 y ordenan repetir la jugada.
Esta vez todo cambió, Yedeshko, base del equipo soviético, da un increíble de casi 30 metros que Alexandr Belov, cual gigante, atrapa entre Kevin Joyce y Jim Forbes ante la incredulidad de rivales y espectadores dando la histórica medalla a los rusos.
«Nunca reconocerán nuestra victoria, aunque fue justa y merecida. Les ganamos en el deporte en el que se consideran reyes. Fue una vergüenza para los americanos» – Iván Yedeshko.
La euforia cambia de bando y los americanos protestan por lo que consideran un robo. Esa misma noche, oficialmente apelan y se crea una comisión formada por cinco miembros que votaban para dar validez o no a la victoria soviética. Gracias a los votos de Cuba, Polonia y Hungría, afines a la Unión Soviética, se da por buena la victoria de la URSS, en contra de los votos de Italia y Puerto Rico. La verdad es que la votación esta más amasa que la de Eurovisión : ).
Los indignados jugadores americanos, tras conocer la decisión, deciden no recoger las medallas y de hecho hoy siguen esperando a ser recogidas en una caja fuerte de Zurich en Suiza.
“He puesto en mi testamento que mi esposa y mis hijos no puedan nunca recibir la medalla de los Juegos Olímpicos de 1972″ – Ken Davis (base de USA)