El otro día estaba leyendo un conocido periódico y una noticia me llamo especialmente la atención por lo desconocida para mí y creo que para la mayor parte de la gente, y porque ahora hace aproximadamente un año que estuve por aquellas tierras.
El Big Ben se está inclinando!!! Si sí, no inclinarse como cuando salimos del botellón, pero si poco a poco, exactamente unos 0,9 milímetros al año más o menos, siendo 2003 cuando alcanzó el máximo hasta ahora, 3,3 milímetros. Que sí parece poco, pero hay con el merme…..poco a poco tenemos el lío montado.
Es cierto que esto trae un poco de cabeza a los expertos y por supuesto a los turistas ¿Qué sería de Londres sin el Big Ben? molaría….pero no tanto, aunque los ciudadanos tienen una visión un poco más positiva y graciosa, y es que de caerse….cosa que probablemente no vean ni nuestros tatatatataranietos, lo haría sobre el que está considerado como el edificio más feo de la ciudad, el ‘Portcullis House’, y que encima alberga los despachos de los parlamentarios, que en estos tiempos de indignación…ya se sabe.
¿Las principales razones? Las de siempre…… la construcción de innumerables aparcamientos subterráneos y líneas de metro que han ido deteriorando el suelo haciéndolo cada vez más frágil. Eso sí, aún teniendo en mente la imagen de la Torre Pisa, el Big Ben, construido en 1853, tardaría 4000 años en alcanzar ese nivel de inclinación.
Mike McCann, persona a cargo del mantenimiento del reloj de la torre, no le da mucha importancia a este hecho, aunque si que lo reconoce, “Los victorianos no tenían láser ni equipo moderno, no estaba derecho desde el inicio”, dice McCann,
Sea como fuere….no me digáis que no es curioso el asunto 🙂