Nos remontamos al año 1982. Atari, con su consola 2600, está en la cumbre del mundo de los videojuegos tras el éxito de Pac-MAN entre otros. Producía casi 60 millones de cartuchos al año mientras que sus rivales (unas 50 compañías) apenas llegaban a los 2 millones. Por eso, tras el brutal éxito de Steven Spielberg con ET. El Extraterrestre, se decidió a comprar los derechos en exclusiva para hacer el videojuego por una desproporcionada cantidad para la época, entre 20 y 25 millones de dólares.

El principal problema que presentaba este proyecto, es que Atari tenía apenas 5 semanas (en la mayoría de trabajos de la compañía, se estimaban siempre cerca de las 7 meses) para desarrollar, empaquetar y distribuir el juego, debido a unos acuerdos comerciales. Ninguno de los programadores de la compañía quería trabaja en él, porque probablemente no estaban dispuestos manchar su carrera…y desde luego hicieron bien. Howard Scott Warshaw, uno de ellos, accedió finalmente por un motivo meramente ecónomico, le llegaron a ofrecer 200.000$ por esas 5 semanas y unas vacaciones a gastos pagados a Hawai, además Howard, era el predilecto de Spielberg ya que quedó realmente satisfecho tras otra adaptación suya (En busca del Arca Perdida).

La idea de Spielberg era hacer un juego similar al Pac-Man, pero Howard quiso darle un toque diferente…y se lo dio sí…..Basicamente el juego acabo siendo un pegote de pixeles que querían parecerse a E.T. y cuyo objetivo era ir recogiendo trozos de teléfono, para cuando los tuviera todos, llamar a casa, eso sí, siempre y cuando no hubiese ningún humano cerca y mientras huíamos de animales, científicos y demás….total, un bodrio de 6,5 kb.
Gracias a la gran campaña de marketing de Atari, el juego fue un éxito de ventas, aún teniendo en cuenta que sólo se vendieron 1,5 millones de unidades de las 4 millones que produjo, algo lógico si tenemos en cuenta que apenas había 2 millones de consolas…
El problema vino cuando los jugadores empezaron a devolver el juego en masa porque se sentían estafados. Esto produjo que Atari tuviese unas pérdidas ese año de unos 530 millones de dólares y provocase entre otras compañías el crack del 83.
Atari se encontró con el problema de no saber dónde almacenar los cartuchos, encima de no darles salida, suponían un coste de almacenamiento muy elevado, así que ni cortos ni perezosos no se les ocurrió otra cosa que dirigirse al desierto de Nuevo Mexico, concretamente a Alamogordo con 14 camiones llenos de cartuchos y enterrarlos en mitad de la nada… si sí como oís. Claro cuando se corrió el rumor, cientos de personas se dirigieron allí para desenterrar uno y guardarlo como pieza de coleccionismo, lo que obligo a las autoridades y a Atari a pasar unas máquinas apisonadoras por encima y cubrirlos de cemento.
Aquí os dejo el video promocional:
Y otro video del juego